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La cumbia, más allá de su dimensión musical, constituye un sistema simbólico complejo que articula memoria, territorio y pertenencia. Concebirla como una identidad en movimiento, a través de metáforas de transición, permite comprender su trayectoria histórica, su transformación social y su proyección global.

Por: Guillermo Barreto Vásquez

No es únicamente una manifestación artística o folclórica. Es, ante todo, un sistema vivo de memoria: una forma sensible de habitar el tiempo y el territorio a través de lo sonoro, lo corporal y lo simbólico. Su origen se sitúa en los márgenes ribereños del Caribe colombiano, como resultado del diálogo profundo entre pueblos indígenas, comunidades afrodescendientes y raíces hispánicas.

En ese contexto, la cumbia emergió como un acto de encuentro entre tres mundos, un lenguaje común que —sin necesidad de traducción— permitió que cuerpos, voces e instrumentos reconocieran en el otro una parte de sí mismos.

Como tejido de identidad, la cumbia conserva en su ritmo la memoria de quienes resistieron el desarraigo, la esclavitud y la imposición colonial; de quienes, a pesar del dolor, celebraron la vida, percibiendo en su danza la sabiduría ritual de los pueblos originarios; en su golpe polirítmico, el pulso vital de África; y en su lírica mestiza, el relato colectivo de una nación profundamente diversa.

Pero más allá de sus orígenes, la cumbia ha sido y sigue siendo un agente de transformación cultural. No permanece anclada en el pasado: se proyecta hacia el futuro como símbolo patrimonial, expresión viva de identidad y emblema de pertenencia para millones de personas dentro y fuera del país.

En cada versión local, en cada adaptación regional o internacional, la cumbia se reinventa sin perder su esencia. Su identidad no se diluye: se multiplica.

Desde las ciencias sociales, la cumbia como símbolo en movimiento demuestra que las metáforas culturales no solo enriquecen el lenguaje, sino que reflejan los valores, tensiones y aspiraciones de una comunidad.

Esta perspectiva nos permite interpretarla como un viaje simbólico, atravesado por transiciones que van de lo local a lo global, de lo oral a lo patrimonial, de lo ritual a lo digital. Decir del tambor al satélite en la cumbia es conectar con el mundo sin perder el corazón cumbiambero. Es expresar el tránsito desde las raíces más profundas y orgánicas —el sonido de los instrumentos como símbolos de lo ancestral y lo terrenal— hacia su expansión global por plataformas digitales y medios masivos, con el satélite como emblema de la comunicación contemporánea.

Evocar la imagen de la cumbia cruzando el río por los pueblos ribereños del Magdalena o de los Montes de María, y luego pilotear en el mar Caribe hacia nuevas regiones, geografías y culturas, es recordar que la cumbia navega culturas, tejiendo puentes entre orillas. Subir la montaña para escuchar los sonidos de la Sierra Nevada y de los Montes de María representa su ascenso como símbolo de dignidad cultural: su apropiación en contextos urbanos, su legitimación como patrimonio. La cumbia asciende las estribaciones de los pueblos hasta las instituciones. Surca los cielos y el universo.

En festivales, películas, escenarios globales y plataformas digitales, la cumbia actúa como una voz sonora de la diversidad latinoamericana. La cumbia vuela alto, llevando consigo la memoria de sus raíces. En un mundo que es espejo de la nación, la cumbia busca reconectar con su origen sin renunciar al diálogo global.

Es una expresión privilegiada de la identidad colombiana. No es una forma fija, sino una manifestación viva, una identidad en permanente transformación. Por eso, hablar de la cumbia no es solo hablar de música. Es hablar de memoria viva, de pertenencia compartida y de una profunda capacidad de transformación cultural.

Guillermo Barreto – Creador Digital y Cronista de la Música Caribeña

Guillermo Barreto es un reconocido creador digital colombiano, oriundo de Santa Marta, cuya obra destaca por su capacidad para narrar y preservar la historia musical del Caribe. Estudió en la Universidad La Gran Colombia y en el CONALBA, y ha dedicado su carrera a explorar la identidad cultural de la región a través de plataformas digitales, investigación musical y producción de contenidos.

Es especialmente conocido por ser el autor del libro sobre Carlos Vives,"CUMBIANA" una obra que profundiza en la vida, el legado y el impacto del artista samario en la música colombiana y latinoamericana. Con un estilo narrativo fresco y profundo, Barrteo se ha convertido en una voz clave para contar la historia sonora del Caribe desde el Caribe.

Actualmente vive en Santa Marta, desde donde crea contenido, investiga y colabora con artistas, medios y proyectos culturales que celebran las raíces musicales del país.

"Cuando el fútbol se encuentra con la poesía: Néstor Lorenzo llora al escuchar los versos de Irma Publicastro, su esposa y poeta, en la FILBo. Un momento para nunca olvidar."

El lunes 28 de abril, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Bogotá 2025 (FILBo), se vivió un momento inesperado y profundamente emotivo: el entrenador de la Selección Colombia, Néstor Lorenzo, no pudo contener las lágrimas. El motivo fue la presentación del libro Pétalos en el aire, una obra póstuma de poemas inéditos escrita por su esposa, Irma Publicastro.

Poco se sabe sobre Irma. Incluso buscando en redes sociales, su nombre no aparece vinculado a ninguna actividad pública o perfil personal. Es evidente que ha elegido mantener una vida alejada de los reflectores, a pesar de ser la compañera del director técnico de una de las selecciones de fútbol más queridas del continente. Sin embargo, este lunes, su voz y sensibilidad florecieron en versos, gracias a la Fundación Tertulia Literaria y su premio nacional de poesía inédita, destinado a destacar la obra de autores colombianos que aún no han publicado un libro.

Lo que era un evento de nicho literario se transformó en un encuentro inolvidable. Néstor Lorenzo no asistió solo. Lo acompañaron colegas del mundo del fútbol como el profesor Alberto Gamero, Amaranto Perea, Ramón Jesurún, y otros miembros del gremio, además de amigos cercanos y familiares. Todos, conmovidos, escucharon los versos de Irma y las palabras de Lorenzo, quien reveló que lleva 37 años compartiendo la vida con su compañera, y que en ella ha encontrado no solo amor, sino inspiración artística.

En tiempos donde se suele asociar el fútbol con la dureza y la táctica, este episodio nos recuerda que detrás de cada figura pública hay un ser humano sensible, capaz de conmoverse, de amar profundamente y de valorar la poesía como una forma de vida.

¿Sin planes en Bogotá? Prepárate, llegan los Imperdibles del 26 de mayo al 1 de junio, para que te programes y disfrutes de manera gratuita. Además, cuenta con datos de tu interés. ¿De cuáles se trata? Descúbrelo aquí mismo.

¿Cómo se organiza y desarrolla un Festival al Parque en Bogotá?

La organización de los Festivales al Parque en Bogotá es un proceso integral que ejecuta el Instituto Distrital de las Artes -Idartes que parte de la lectura de las necesidades del ecosistema musical de la ciudad. Su ejecución depende del presupuesto asignado, el cumplimiento de un marco jurídico y administrativo, el desarrollo de comités técnicos y curatoriales, y la construcción de alianzas estratégicas.

Desde la planeación, cada festival cuenta con una línea curatorial definida por un equipo de curadores, que tienen la responsabilidad de formular el concepto orientador. Este concepto guía todos los componentes del evento, incluyendo la programación artística, la imagen gráfica, el enfoque académico y las experiencias que se ejecutan paralelo a la programación musical. Esta línea se socializa con las distintas áreas de gestión como comunicaciones, jurídica, producción y sostenibilidad, para garantizar su articulación durante todas las etapas del proceso.

Edison Moreno, gerente de Música de Idartes, explica que uno de los primeros pasos es la selección de artistas distritales a través de convocatorias públicas en el marco del Programa Distrital de Estímulos. Estas becas son diseñadas por la Gerencia de Música y son gestionadas, en conjunto, con la oficina de Convocatorias.

Los procesos pueden incluir evaluaciones escritas y audiciones en vivo. Paralelamente, se proyecta una programación general con artistas nacionales e internacionales que se seleccionan en comités técnicos en los que se evalúan criterios jurídicos, presupuestales, de producción y los curatoriales, que tienen en cuenta la calidad artística de las propuestas y su vigencia. 

La ejecución financiera de cada festival se hace mediante un convenio de asociación en el marco del Decreto 092, a través del cual se selecciona una Entidad Sin Ánimo de Lucro (ESAL) que realiza las contrataciones y la ejecución presupuestal.

La planeación y operación del festival involucra múltiples reuniones técnicas y la coordinación entre varias dependencias. Uno de los espacios de articulación principal es el Comité SUGA, en el que participan entidades como las secretarías de Cultura, Salud, Gobierno y Movilidad, así como la Policía y Bomberos. Allí se analiza la viabilidad de los eventos y se realizan recomendaciones para su correcta ejecución.

El componente de producción requiere la implementación de múltiples infraestructuras temporales, incluyendo escenarios, cerramientos, zonas de comida, puntos de bienestar, baterías sanitarias, zonas de emprendimiento y espacios para los patrocinadores.

Por su parte, Jhony Zamora, líder de producción de Idartes, señala que, “dependiendo de la magnitud del festival, la planeación puede comenzar con hasta un año de anticipación. Por ejemplo, Rock al Parque, uno de los eventos más grandes de América Latina, requiere jornadas de trabajo que pueden extenderse hasta 18 horas diarias y requiere de más 2.000 personas en la operación”. 

Durante el montaje y desarrollo del festival, se prioriza la seguridad de los asistentes, lo cual implica un trabajo conjunto con entidades de orden público, salud, gestión del riesgo y logística privada. 

Dentro del proceso de desarrollo de los Festivales al Parque, Idartes establece vínculos con instituciones de otras ciudades y países, espacios de circulación y programadores, con el objetivo de generar la circulación de los artistas distritales.

Paralelo a todo lo anterior, para cada Al Parque se estructura una agenda académica a partir de dos líneas principales.

Por un lado, se diseña a partir de la participación de los músicos invitados y sus equipos de trabajo, como managers o agentes, quienes pueden aportar desde su experiencia. Por otro lado, se construye desde un enfoque misional, definido previamente según las temáticas de interés de cada edición. Por ejemplo, este año el énfasis es la circulación, por ello se programará una agenda orientada a fortalecer las capacidades de los artistas distritales en temas como la puesta en escena, el relacionamiento con programadores y la proyección en nuevos circuitos.

En todo este proceso de organización de estos eventos, entre los principales desafíos se encuentra la armonización de las expectativas del público con los marcos legales, presupuestales y de infraestructura de la ciudad, así como el fortalecimiento de alianzas con el sector privado que permitan garantizar la sostenibilidad del programa a largo plazo.

El desarrollo de los Al Parque es un proceso en varios niveles y pasos, que implica retos como  responder a las condiciones técnicas de cada espacio, los aforos permitidos, lineamientos institucionales establecidos y las necesidades de las audiencias. Desafíos que se asumen para garantizar que  los Festivales al Parque ofrezcan experiencias gratas para el público y que faciliten el encuentro, el disfrute, el buen uso del espacio público, la seguridad, todo esto alrededor de propuestas artísticas de calidad. 

¿Te gustan las crónicas?

Te invitamos a leer dos muy interesantes, acerca de artistas formadoras.

A las 6:30 a.m., el colegio Feliza Bursztyn, en la localidad de Kennedy, empieza a sacudirse el sueño. Mientras la ciudad aún bosteza, Lina y Luigy, artistas formadores del programa Nidos, cruzan la entrada. El vigilante los saluda con familiaridad. Solo la minuta de registro detiene brevemente su paso antes de iniciar una nueva experiencia de arte, juego y creación.

Lina y Luigy caminan directo hacia el sector de preescolar y en su espalda cargan morrales que parecen no tener fondo y que contienen telas, instrumentos, objetos de otras galaxias. Hoy la cita es con las maestras en un encuentro para sentir, jugar y recordar que también son cuerpo, voz, emoción. El espacio elegido es la ludoteca que  pronto dejó de serlo para transformarse en un universo simbólico.

Al respecto Maria Claudia Parias, directora del Instituto Distrital de las Artes - Idartes, comenta "Este tipo de procesos nos recuerda por qué, desde Idartes y en particular con el programa Nidos, tenemos la convicción en que el arte es una herramienta transformadora, tanto en lo educativo como en lo humano. Lo que ocurre entre las maestras del colegio Feliza Bursztyn y nuestros artistas formadores, trasciende la noción de una experiencia ocasional: es un acto de reconexión con el cuerpo, la emoción y el juego. En esos espacios simbólicos se gestan nuevas formas de percepción, de sensibilidad y de pedagogía. Agradecemos a la Secretaría de Educación su compromiso con este propósito compartido, porque sabemos que cada vez que una maestra se permite imaginar, jugar y crear, está abriendo el camino hacia una infancia más libre, más sensible y más consciente".

Una vez se instalan, los artistas formadores dejan sus ropajes cotidianos a un lado y se visten con sus atuendos coloridos, monocromáticos, estrafalarios o sutiles apropiados para habitar y jugar en estos universos creados tácitamente. 

Las maestras van llegando una a una, con curiosidad y expectativa. Los zapatos deben descansar a un lado. Ellas se ubican, algunas con recelo, otras con entusiasmo y se disponen a habitar el juego desde el cuerpo. Una meditación guiada abre el camino: respiración profunda, ojos cerrados, silencios compartidos. Poco a poco se sueltan las tensiones, se bajan las defensas. El espacio se llena de calma, de risa contenida, de posibilidades.

Luego vienen los devenires: de rana a mariposa, de árbol a río. Aparece la imaginación, esa que tantas veces ceden a sus estudiantes, pero que pocas veces se permiten para sí mismas. El juego simbólico irrumpe con fuerza, allí los conos de cartón —los sipsikuy— se convierten en pelucas, antenas, coronas y esculturas vivientes. Las docentes no solo participan: crean.

La música de la kalimba acompaña momentos de descanso. Algunas cierran los ojos, otras se recuestan en las Quyas (círculos de tela). Es un instante suspendido, un respiro dentro del ritmo escolar. Afuera, el colegio sigue su curso, adentro, un grupo de maestras y dos artistas, construyen un espacio seguro para estar y ser sin exigencias.

El cierre llega con palabras. En un círculo de papel, cada una escribe una frase provocadora que invita a reflexionar. Hablan del miedo inicial, de la sorpresa, del alivio, del respeto mutuo. Se reconocen entre iguales, no desde el rol, sino desde la experiencia humana. Surgen emociones que oscilan entre la gratitud y la melancolía, entre el cansancio y la esperanza.

Lina y Luigy escuchan, observan, toman nota. Saben que estos encuentros no solo impactan el día a día, sino también la manera en que las maestras acompañan a niñas y niños. Surgen reflexiones sobre el juego, sobre el rol de adulto, sobre cómo las pantallas están cambiando la interacción entre los más pequeños pero también entre los adultos. Se habla también del sistema escolar, de sus retos y sus contradicciones.

Ya con la mochila reempacada, los artistas desmontan el escenario. La ludoteca vuelve a ser ludoteca. Nada parece haber cambiado, y sin embargo, todo ha sido tocado, transformado. Las huellas no están en los objetos, sino en las voces, los gestos y las miradas que se cruzaron durante el día. Nadie más lo nota, pero algo quedó sembrado.

Mañana será otro colegio, otro grupo, otro universo. Pero hoy, en Feliza Bursztyn, maestras y artistas compartieron algo más que una jornada, compartieron juego, cuerpo y presencia. Y aunque los espacios retornen a su forma habitual, el viaje ya ocurrió. Y vive, desde hoy, en quienes se atrevieron a jugar, a crear.

Exposición: RGB. Realidades generativas brillantes: píxeles en movimiento

Hasta el 16 de julio de 2025, podrás disfrutar en La Sala E de la Cinemateca de Bogotá de la exposición RGB. Realidades generativas brillantes: píxeles en movimiento, proyecto ganador de la Beca de Circulación de exposiciones audiovisuales o sonoras en la Cinemateca de Bogotá 2024 del Programa Distrital de Estímulos - PDE.

Con una curaduría realizada por Néstor Eduardo Camacho esta exposición reúne a artistas emergentes y consolidados para explorar cómo el video en tiempo real ha sido un vehículo de creación, expresión y transformación. 

Durante las últimas décadas, el VJing ha transformado la manera en que se percibe el arte, la tecnología y la cultura en Colombia. Desde los clubes y festivales hasta el espacio público y las movilizaciones sociales, esta práctica ha evolucionado, desafiando las fronteras entre lo visual, lo sonoro y lo performático. 

El VJing o la práctica de mezclar y manipular imágenes en tiempo real durante eventos en vivo, ha demostrado ser una herramienta eficaz tanto para la creación de composiciones visuales que ornamentan una presentación escénica, como para la manifestación de mensajes e imágenes que apelan más al activismo social, en contraposición a los medios hegemónicos de comunicación, y en democratización de la imagen, como aconteció recientemente con las movilizaciones sociales en 2019 y 2020, posicionando popularmente este medio en Colombia, como una forma de expresión artística, socio cultural y de entretenimiento inmersivo.

Desde sus inicios, el videoarte ha desafiado las convenciones tradicionales del arte visual, utilizando este medio como una herramienta para la expresión creativa, la experimentación estética y tecnológica.

En Colombia, esta forma de arte ha florecido en diversas direcciones: el registro de performances, la documentación a través de la edición, la video-instalación, el live-cinema y la proyección en tiempo real para escenarios, intervenciones no convencionales y experiencias interactivas. Dichos medios han servido como plataformas para abordar temáticas que van desde la exploración de la identidad cultural, hasta la crítica social y política.

La Cinemateca de Bogotá inaugurará la exposición RGB. Realidades generativas brillantes: píxeles en movimiento el 16 de mayo de 2025, a las 5 p.m., con la presencia del curador y tendrá una activación en el Hall Capital de 7:30 p.m. a 9:30 p.m., con la participación de Juegos Translúcidos y Karen Lorena Palacios Méndez.

Los horarios de visita serán con entrada libre, de martes a viernes de  2 p.m. a 6 p.m., y los sábados y domingos de 11 a.m. a 6 p.m. Además, se llevarán a cabo mediaciones y conversatorios durante el tiempo de la exposición. 

Presentación: Idartes lleva a Timiza: NoSeCulpeANadieEnLaCasaDeAsteriónPorElHombreMuerto

En articulación con la Facultad de Artes de la Pontificia Universidad Javeriana, Idartes, a través de su programa Culturas en Común, lleva al barrio Timiza este trabajo que es resultado de un proceso de investigación que parte del encuentro con tres cuentos latinoamericanos en los que se tocan el tema de la muerte: No se culpe a nadie, de Julio Cortázar; La casa de Asterión, de Jorge Luis Borges; y El hombre muerto, de Horacio Quiroga.

El enfoque de la obra parte de la improvisación, el trabajo de contacto y la construcción de materiales físicos a partir de nociones de la danza contemporánea, permitiendo ahondar en las relaciones: palabra/movimiento, sonido/cuerpo/espacio, objeto/movimiento/imagen, música/improvisación/atención y otras que muy posiblemente continúen apareciendo durante el desarrollo de este proyecto. 

Hablar de lo que se acaba es siempre significativamente poderoso porque nos interroga por lo que vendrá después y sobre todo nos compromete con todo aquello que, usando las palabras del propio Quiroga “Nos reserva aún esta existencia llena de vigor…”.

La cita es el próximo 30 de mayo a las 10 a.m. en el CDC Lago Timiza, de la localidad de Kennedy.

Entrada libre hasta completar aforo

 

 

Previo al gran lanzamiento nacional de “Amor, Mujeres y Flores”, la cual llega de manera restaurada el próximo 8 de mayo, fue la oportunidad para hablar con la cineasta, quien nos brindó una sentida entrevista para conversar sobre su importante legado en la historia del cine documental.

Por: María del Pilar Lugo Tochoy y Carlos Humberto Arango

Hablar con Marta Rodríguez es adentrarse en una historia donde sus protagonistas son la reivindicación, la lucha y la protesta. Durante décadas, Marta, de la mano de su esposo Jorge Silva (1944 – 1987), dieron visibilidad a historias que hicieron realidad la apuesta por hacer cine documental, donde visibilizan las vidas de miles de personas de varios rincones de Colombia.

Son aproximadamente 20 cintas, donde el público ha podido conocer de manera estética y empática historias de vida que llegan al corazón. Entre ellas, podemos destacar a Chircales (1966-1971), Planas, testimonio de un etnocidio (1972), Campesinos (1973 – 1975), La voz de los sobrevivientes (1980), Nuestra Voz de Tierra, Memoria y Futuro (1974-1982), Nacer De Nuevo (1986 – 1987), La Sinfónica de los Andes (2018), Camilo Torres, el amor eficaz (2023), Amor, Mujeres y Flores (1984 – 1989) cinta que llega a las salas del país; este recorrido inicia el próximo 8 de mayo en la Cinemateca de Bogotá, con la presencia de su directora.

Por qué verla

Amor, Mujeres y Flores recopila testimonios de las trabajadoras de la industria de la floricultura en la Sabana de Bogotá durante un período de cinco años. La película expone las múltiples violencias que enfrentan estas mujeres y profundiza en las consecuencias del uso indiscriminado de pesticidas.

Además, documenta el surgimiento de un sindicato que lucha por la emancipación y dignidad laboral de las mujeres.

Esta película, dirigida por Marta Rodríguez y Jorge Silva, fue la última de la pareja de realizadores. El rodaje, que tuvo lugar entre 1984 y 1988, estuvo marcado por la repentina muerte de Jorge Silva, por lo que Marta Rodríguez culminó el proyecto.

"Amor, Mujeres y Flores", filmada en 16 mm entre 1984 y 1988, fue restaurada en 2K entre 2022 y 2023 por Felipe Colmenares, de la Fundación de Cine Documental e Investigación Social, y digitalizada en colaboración con la Cinemateca Nacional de Ecuador "Ulises Estrella".

La nueva versión de la película se estrenó mundialmente en el Festival de Cannes 2023, dentro de la categoría Cannes Classics. Convirtiéndose así en la primera película colombiana en formar parte de esta prestigiosa sección, la cual está dedicada a celebrar el cine clásico y el patrimonio cinematográfico mundial.

Posteriormente, “Amor, Mujeres y Flores" fue presentada en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata 2024, dentro de la sección Rescates, dedicada al cine restaurado. Esta sección es fundamental para preservar el cine como patrimonio cultural y permite que el público redescubra películas clave que han marcado la historia del cine mundial.

 

Ficha técnica

  • Dirección: Marta Rodríguez y Jorge Silva
  • Producción: Fundación Cine Documental, Jonathan Curling, Luis Crump
  • Directores de fotografía: Jorge Silva, Juan Jose Bejarano y Jorge Ardila
  • Grabación de sonido: Nora Drufoxka, Ignacio Jiménez, Sara Silva, Gabriela González, Marino Valencia
  • Música Original: Ivan Benavides, Lucia, Antonio Arnedo.
  • Montaje: Jorge Echeverry, Esther Ronay, Marta Rodríguez, Lucas Silva
  • Montaje de sonido: Gabriela Enis.
  • Producción ejecutiva: Antonella Ibba.
  • Idioma: español
  • Año: 1989
  • Duración: 72 minutos

 

No se pierda esta gran cita el próximo 8 de mayo, y esté muy pendiente de sus redes sociales, donde estarán confirmando fecha, hora y ciudades donde se proyectará la cinta.

 

“Pagano no vende libros por dinero, sino por sabiduría. Y yo lo entrevisté en la FILBo.”

Por: Carlos Humberto Arango C

Crónica desde la FILBo 2025

Por unos segundos creí estar frente a mi papá.

Sombrero, traje, mirada pausada y sabiduría en la maleta. Era César Pagano, y aunque mi hija, a unos metros, no tenía idea de quién era aquel hombre que pasaba junto a ella, me dijo: “acaba de pasar un señor igualito a mi abuelo”. Le respondí con una sonrisa: "Lo acabo de entrevistar, él es César Pagano", y al propio Pagano le dije lo mismo: “te pareces físicamente a mi padre”.

Era él, el melómano mayor, el cronista que no solo escucha salsa, sino que la piensa, la defiende, la archiva, la conversa y la escribe. En la FILBo 2025, nos encontramos para hablar de su libro más reciente: "Historia esencial de la Salsa", un fragmento ampliado de su ya clásico “El Imperio de la Salsa”. La entrevista fue breve, improvisada, sin edición, pero cargada de melodía y memoria. Diez minutos bastaron para adentrarnos en la historia que baila. Hablamos de la música, de la vida, del alma de un género que nació en el Bronx y que creció con sabor a Caribe.

Recordamos también los inicios del mítico Goce Pagano, ese lugar de culto donde durante décadas se vivió la salsa en su estado más puro, más libre, más Pagano. Allí donde el bolero era “ese corruptor de mayores” y donde se vivía “salsa y cultura hasta la sepultura”.

Pagano camina por los pasillos de la feria como un sabio nómada. Lleva su maleta repleta de libros que vende no por necesidad económica, sino por hambre de pensamiento, por deseo de compartir memoria. En esa maleta viaja su historia, su archivo de la música, su legado. La misma que guarda miles de discos en su apartamento, entre casetes, vinilos y tocadiscos Garrard narra lo que otros no registran: el alma de la música.

César Pagano, nacido en Medellín en 1941, lleva medio siglo siendo faro de la cultura caribeña en Bogotá. Es periodista, locutor, docente y activista. Hizo política y se desencantó, como él mismo me dice.  Soñó con cantar, pero le ganó el pánico escénico. Entonces decidió hablar por otros: entrevistar, documentar, difundir. Fundó un templo salsero en plena Zona Rosa de Bogotá, y lo bautizó con su propio apellido espiritual: Goce Pagano.

Y aunque ese templo ya no existe, su voz sigue encendida, a veces, en Javeriana Estéreo y Radio Nacional. Su espíritu vibra en cada frase que soltó en la entrevista y plasmó en el libro que me entregó: “Cultura hasta la Sepultura” “Salsa y Placer hasta el Amanecer” “Optimismo frente al abismo”, “¡Y decía Chopin: que suene como Los Van Van!”, Su crítica a la salsa romántica —“fácil, pero empobrecedora”— no es nostalgia, es defensa de la esencia.

Lo vi perderse entre los stands de libros. Solo. Como se mueven los sabios. Como quien ya lo dijo todo, pero sigue buscando a quién contárselo. Como si la salsa lo llevara de la mano hacia otro encuentro, hacia otro lector, hacia otro oído dispuesto a escuchar que, en verdad, la música es historia y César Pagano, su mejor narrador.

 

 

 

Más de $28.000 Millones para el Programa Distrital de Estímulos 2025.

Bogotá reafirma su compromiso con la cultura con el lanzamiento del Programa Distrital de Estímulos (PDE) 2025, una iniciativa que destinará más de $28.000 millones en su primera fase para fomentar la creatividad y el arte en la ciudad. Este año, el PDE financiará 211 convocatorias, 1.367 estímulos y 9 bolsas concursables, promoviendo la sinergia entre disciplinas y fortaleciendo el ecosistema cultural bogotano.

El alcalde Carlos Fernando Galán, en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán, destacó la diversidad cultural de Bogotá y el papel crucial de la cultura en el desarrollo de la ciudad. "Con este programa, damos voz a las expresiones artísticas que emergen desde cada rincón de la ciudad y fortalecemos el acceso equitativo a la cultura", señaló el mandatario.

Entre los aspectos destacados del PDE 2025 se encuentran:

  • 'Más Cultura Local': Con una inversión de $12.400 millones, esta iniciativa ofrecerá 502 estímulos en 35 convocatorias en las 20 localidades de la ciudad.

  • Banco de Personas Expertas: Se destinarán más de $2.300 millones a 689 reconocimientos para jurados y mentores que fortalecerán los procesos de fomento.

  • Nuevas convocatorias: Este año se incluyen 28 convocatorias innovadoras, como becas para poblaciones migrantes, premios de danza K-Pop y apoyo a murales con técnicas tradicionales.

  • Apoyo a las artes escénicas: Más de $8.000 millones se destinarán a la Ley de Espectáculos Públicos (LEP), beneficiando a sectores como la música, el teatro y la danza.

  • Fomento en Red: Un modelo colaborativo que este año contará con $1.000 millones para fortalecer proyectos de circo, títeres y arte en el espacio público.

El PDE 2025 no solo representa una histórica inversión en cultura, sino que también refuerza el compromiso de la ciudad con el arte, la inclusión y la participación ciudadana. Las inscripciones estarán abiertas a partir del 19 de febrero en https://sicon.scrd.gov.co/.